La fumigación es un tratamiento de vectores rastreros (cucarachas, ciempiés, entre otros), vectores voladores (zancudos, mosquitos, moscas, etc.) y roedores, por medio de insecticidas y plaguicidas.
En Diamante manejamos diferentes tipos de fumigación, entre ellas, la fumigación líquida, gaseosa y sólida (solo se usa para el control de roedores), las cuales se adaptan para tener mayor efectividad dependiendo de la necesidad.
La fumigación líquida es la más común de todas y no representa altos riesgos de intoxicación para los seres humanos y mascotas, es usada para el control de vectores rastreros y se recomienda realizarse mensualmente. Adicionalmente en Diamante, hacemos uso de un gel especial el cual se aplica dependiendo del espacio con el fin de llegar a pequeñas áreas como debajo de televisores, computadores, entre otros aparatos electrónicos.
La fumigación gaseosa es utilizada generalmente para el control de vectores voladores; a diferencia de la fumigación líquida, con este método se debe desalojar el espacio por un periodo mínimo de cuatro (4) horas. En Diamante te comendamos realizar esta fumigación cada dos o tres meses con un refuerzo a los 45 días.
Las ventajas de realizar fumigaciones periódicamente con Diamante son varias, una de ellas es tener un alto control en la propagación de “plagas”, las cuales pueden llegar a ser perjudiciales para la salud. Para el caso de las empresas, la ventaja que brinda fumigar con Diamante es que proporciona seguridad y confianza que los productos se encuentran libres de agentes infecciosos y adicionalmente se evitan pérdidas de materias primas por estos vectores.
En Diamante te recomendamos nuestro excelente servicio de fumigación donde priorizamos tus necesidades y tu salud, por eso, capacitamos a nuestros operarios para aumentar la efectividad de la fumigación.